La anestesia regional provoca que una parte específica del cuerpo se adormezca para aliviar el dolor o para permitir que se realicen procedimientos quirúrgicos. Con la anestesia regional se pierde la conciencia o sensibilidad de una parte del cuerpo. Los pacientes pueden permanecer despiertos, pero no tienen sensaciones en la parte del cuerpo tratada con la anestesia.